Jesús se volvió a ellos y les dijo: «Si alguno viene a mí, y no renuncia a su padre y a su madre, ni a su mujer y sus hijos, ni a sus hermanos y hermanas, y ni siquiera a su propia vida, no puede ser mi discípulo.» Lc.14.26
¡Nuestro llamado primordial es SER discípulos de Cristo!
1.- Es un proceso. Comienza y continúa.
2.- Es un modo de vida, de pensar distinto. Es la mente de Cristo vs. La mente del mundo.
3.- Es una calidad de relación entre el Maestro y yo y con todo lo que me rodea.
4.- Es la profundidad de la entrega o del compromiso.
Ser discípulo es algo profundo. No superficial. Afecta a todo tu ser. Y es algo DISTINTIVO. Es una marca evidente en la vida de un hijo de Dios.
Dura para toda la vida. Nunca sos demasiado joven o viejo para esto. Y como dato importante digo así: POCOS SON LOS QUE HAN COMENZADO ESTE PROCESO, PORQUE ES MUY DEMANDANTE.
Ser sus discípulos es el único requerimiento. Ser hijo de Dios, es resultado de ser discípulo. ¡Son los resultados de un resultado! Ser un buen padre, vecino, trabajador, estudiante, es resultado de ser un discípulo de Jesús.
¡La elección es tuya!
Dios te bendice
#SomosHijos